miércoles, 23 de abril de 2014

POCHOTE

Pochote
 El tronco del llamado árbol de pochote parece sacado de los tétricos y fantasmales paisajes de las páginas de un cuento de terror. Cuando la planta es joven, sus tallos están recubiertos por espinas de tamaño mediano y muy agudas, semejantes a las de un rosal; pero cuando crece, las espinas crecen descomunalmente y su corteza se transforman en una topografía terriblemente accidentada, en una erizada cordillera de otro planeta. No puedo imaginarme de qué clase de bicho natural se defiende (o se defendía en el pasado) con semejante coraza

Éste árbol de pesadilla posee cualquier grado de fealdad en su tronco.
Las espinas se tornan gigantescas y reproducen admirablemente en su superficie la estructura estratificada de los farallones del cerro colorado, lugar donde éstas plantas habitan solo a cierta altura.

El nombre de "pochote" también se le da al árbol magnífico llamado "ceiba", con el cual comparte la similitud de sus troncos erizados de espinas, pero el pochote de Tehuacán supera con creces a la ceiba en cuanto a cantidad se refiere.
La corteza del pochote es dura, seca y polvorienta. Las espinas pueden arrancarse desde su base y están conformadas por una madera muy suave, de un bello color café intenso y muy fácil de labrar.
Espina truncada de pochote. Ésta mide unos 5 cm de altura y las hay mucho mayores

Su fruto es una especie de cápsula alargada, de unos 10 a 15 cm de largo, que contiene muchísimas semillas comestibles, las cuales se pueden comprar en puestos del mercado ya preparadas y condimentadas, siendo quizás por ésta causa que dicha especie es ya menos abundante que lo que recuerdo hace años, y habita ahora preferentemente en los lugares más inaccesibles del cerro colorado.


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