jueves, 13 de junio de 2013

LA BRUJA NEGRA

Bruja negra

Las llamadas brujas negras son unas mariposas nocturnas de gran tamaño que solían ser muy abundantes en Tehuacán durante la poca de calor. Al parecer pertenecen al género Thysania, que incluye a la mariposa más grande del mundo Thysania agrippina.
De otra fuente, su nombre científico sería Ascalapha odorata.
Debido a su gran tamaño y su color negro, a las brujas negras se les solía llamar "murciélagos". Era impresionante en una noche de neblina ver surgir de la oscuridad de la calle la fantasmal figura de éstas mariposas en su vuelo silencioso, y verla desaparecer con el mismo misterio con que vino. Eran tan abundantes que durante la noche se arremolinaban en torno a los faroles de la calle y prácticamente tapizaban los muros de las paredes junto a infinidad de insectos atraídos por la luz.

Al amanecer podía verse una gran cantidad de éstas mariposas descansando en las paredes de los rincones sombríos y profundos del hogar, comprimiendo sus alas contra el muro y encogiendo sus finas antenas bajo sus alas en un instintivo propósito de pasar desapercibidas. Si eran molestadas escapaban rápidamente buscando inmediatamente refugio huyendo de los rayos del sol. A veces se colaban a las habitaciones para espanto de mucha gente. Muchas morían a manos de la gente debido a su (falsa) mala fama como "bichos del mal".
Como es sabido, las alas de las mariposas están cubiertas de millones de pequeñas escamas que le dan color y diseño a las alas transparentes. Había la creencia de que las escamas desprendidas por las brujas negras en  forma de fino y negro polvo podían dejar irremisiblemente ciegas a las personas si les caía en los ojos; hecho que está por demás decir que es totalmente falso.

De éste tipo de mariposas podían observarse varias especies diferentes en tamaño y color. Recuerdo algunas de tonos grises y otras de color café, todas poseedoras de asombrosos diseños de camouflage en sus alas.
No recuerdo ya cuándo fue que éstas magníficas mariposas empezaron a disminuir drásticamente su número. Actualmente es muy raro llegar a ver una en la ciudad. No me extrañaría saber que actualmente se hallaran en peligro de extinción. Su fatídica disminución de población, al igual que la de muchos otros animales y vegetales debe hacernos reflexionar seriamente respecto a los daños propinados al medio ambiente, pues no hay muchas razones para dudar la estrecha relación de su aniquilamiento (al menos en la ciudad) con el "progreso" de la civilización humana.

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