martes, 19 de febrero de 2013

GRIFOS Y OCOTOCHTLIS EN TEHUACÁN


"En ésta tierra he tenido noticias de grifos, los cuales  dicen que hay en unas sierras grandes, que están cuatro o cinco leguas de un pueblo llamado Teocan (Tehuacán), que es hacia el norte, y de allí bajaban a un valle llamado Auacatlan, que es un valle que se hace entre dos sierras de muchos árboles; los cuales bajaban y se llevaban en las uñas (a) los hombres hasta las sierras donde se los comían y fue de tal manera, que el valle se vino a despoblar por el temor que de los grifos tenían.
Grifo

Dicen los indios que tenían las uñas como de hierro fortísimas.
También dicen que hay en éstas sierras un animal  que es como el león, el cual es lanudo, sino que la lana o vello tira algo a pluma; son muy fieros, y tienen tan fuertes dientes, que los venados que toman (los) comen hasta los huesos. Llámase éste animal ocotochtli.
De éstos animales he visto yo uno de ellos; de los grifos ha más de ochenta años que no parecen ni hay memoria de ellos."
 (Fray Toribio de Motolinia, Historia de los indios de la Nueva España 7:347)


En éste relato de Fray Toribio de Motolinia se describe la existencia en las cercanías de Tehuacán de dos fieras: grifo y Ocotochtli a unas cuatro o cinco leguas de distancia. No se entiende si al norte está el hábitat de éstos animales o si Tehuacán está al norte de éste. Teniendo en cuenta que una legua es la distancia aproximada que se camina durante una hora, la distancia mencionada viene a ser unos veinte kilómetros. La zona mencionada puede ser en ése perímetro, pudiendo ubicarse en la Sierra de Zapotitlán o más probablemente en la Sierra Negra debido a la traducción de "Ocotochtli" (conejo de los pinos), pues es en ésta región donde abundan las coníferas.
Ocotochtli

El grifo es una criatura mitológica seguramente evocada por Motolinia o sus compañeros españoles. Es difícil saber a qué clase de animal se refiere dicho relato de los antiguos indios de la región.
No se especifica si era un animal volador o si andaba por la tierra, pero al parecer era capaz de matar y devorar hombres. Por las características señaladas puede tratarse de lobos, un felino de gran tamaño o de águilas de tamaño inusualmente grande, aunque éstos animales estaban bien identificados en el mundo antiguo.
Hace años escuché el relato de viva voz que en la zona de Puerto del Aire podía escucharse ocasionalmente entre los bosques de coníferas un grito o rugido terrorífico de una criatura desconocida que asolaba el ganado y llenaba de temor a la gente.
Hay hipótesis del origen mitológico del grifo que dicen que la inspiración de la existencia de semejante criatura fascinante fue la observación de los fósiles de dinosaurios en el Viejo Mundo, especialmente de los ceratópsidos.
Respecto al ocotochtli, es probable que se refiera a una especie de gato montés, el jaguarundi o el lince.

En resumen, al hablar del grifo en la sierra de Tehuacán podemos hallarnos ante una leyenda corregida y aumentada por la imaginería popular (o la de Motolinia) que ha llegado hasta nuestros días, o podría ser un vestigio de la existencia de fieras terrenales como las mencionadas, o ¿por que no?, ante la existencia de una especie animal al parecer ya extinta o escasa en tiempos de la Conquista, digna del estudio de la criptozoología.
En cualquier caso es un testimonio interesante que merece un estudio detenido.

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