Su nombre científico es Columba livia. Es quizás el ave más popular en todo el mundo. Se ha adaptado muy bien a vivir en las ciudades tolerando muy bien la presencia humana, anidando en las cornisas de casas, campanarios de iglesias, fachadas, árboles y demás sitios que le parezcan adecuados. Son sumamente prolíficas llegando a tal grado de poder ser considerada una plaga debido a su número y a la suciedad que dejan donde pernoctan.
Sus polluelos nacen cubiertos de un plumón fino. Crece a un ritmo exageradamente rápido alimentado por ambos padres con un vómito llamado "leche de paloma".
Ésta ave goza de grandes atributos que van desde lo bíblico hasta lo mundano. Se dice que una paloma fue la que llevó en su pico a Noé una ramita de olivo como prueba de que las aguas habían disminuído sus niveles justicieros y purificadores en la tierra inundada.
A la paloma se le considera el ave de la paz, pero en realidad nada tienen de pacíficas. Cuando era niño teníamos crías de palomas en casa y pude comprobar que son frecuentes las peleas encarnizadas entre ellas. No olvidan fácilmente y se agarran tirria entre ellas haciendo muy difícil su convivencia no quedando mejor remedio que separarlas. También es común que rechacen y ataquen violentamente a polluelos ajenos a bola de aletazos y picotones.
También se le toma como símbolo del amor y la fidelidad; si bien es enternecedor mirarlas prodigarse cálidos arrumacos, de fieles no tienen nada. En el mismo criadero familiar pude ver cómo una paloma hembra al ser sustituída por su pareja legítima en el empollamiento de sus huevos salía del nido a alimentarse y entregarse a las exigencias sexuales de un macho de un nido contiguo, todo esto ante la mirada absorta e incrédula de su consorte quien mansamente ya se había recostado sobre sus huevos.
Sentado en una banca de cierto parque tuve por costumbre alimentar palomas con miguitas de pan. Ya me era familiar una hembra con aire de casquivana que no dudaba en entregarse a cuanto palomo se le acercara.
Las palomas también distan de ser animales limpios. De ésto puede dar fe quienquiera que haya sido víctima de palomas que aniden es su casa. Chorrillean terriblemente el piso y dejan una multitud de plumas y críos caídos muertos por doquier. Se dice que su caspa puede causar asma. También pueden transmitir la histoplasmosis, la psitacosis y la criptococosis.
Las palomas suelen albergar entre sus plumas a una especie de moscas negras horribles , planas y ágiles que les pican sorbiendo su sangre. Éstas moscas son tan hábiles que se pierde de vista en un segundo internándose rápidamente en el plumaje del pajarraco.
Criadas en cautiverio son sumamente dóciles, reconociendo incluso a sus amos humanos llegando a tal punto su fijación que llegadas a la madurez incluso les dará por cortejales graciosamente con un arrastrar de plumas de la cola y con su característico canto de seducción.
Creo que la única razón por la que es públicamente aceptada es por su aspecto regordete, inofensivo y bonachón. Se ven muy bien sobrevolando en masa las ciudades y afortunadamente tienen especial predilección por las plazas y parques públicos, a los cuales adornan con su presencia. Un parque sin palomas...como que algo le falta.
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