miércoles, 8 de junio de 2011

CARACOL DE JARDÍN

El caracol común de jardín (Helix aspersa) es un molusco gasterópodo (con concha y pie ventral) que todos conocemos. Es pariente de caracolas, babosas y pulpos marinos. Su uso como alimento se remonta a la Edad de Bronce, siendo los romanos quienes practicaron su cría y consumo sistemático. 
Los caracoles tienen también gran importancia como piezas de colección, pues sus conchas presentan formas y colores de lo más variado resultando sumamente vistosas y atractivas.
La parte más notoria de un caracol es su concha calcárea generalmente en forma espiral. La concha tiene cámaras huecas internas que van aumentando de tamaño en una proporción asombrosamente matemática (logarítmica) conforme el caracol crece.
Para tener una concha saludable los caracoles roen y consumen materiales que contienen calcio como piedas calcáreas, huesos, plantas ricas en calcio y hasta la cubierta de cal que se pone en las paredes.
Los caracoles son hermafroditas y se reproducen fecundándose mutuamente por parejas. 
Los caracoles son alimento para un sinnúmero de animales como aves, lagartos, reptiles y el hombre.
Hay que tener cuidado con los caracoles paa consumo porque suelen también ser huéspedes de parásitos como la temible Fasciola hepatica, gusanos nemátodos, platelmintos y son vectores frecuentes de la esquisostomiasis.
Por lo demás, los caracoles se preparan en las más variadas formas a lo largo y ancho del mundo. En San Lorenzo Teotipilco Tehuacán se les captura abundantemente en los plantíos de alfalfa; se cocinan con todo y concha en adobo picoso rojo. Se extrae el cuerpo del molusco por medio de un palillo o mondadientes, resultando un bocado de sabor exquisito.

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