miércoles, 18 de mayo de 2011

GOLONDRINA


 (Hirundo rustica). La golondrina común es una ave paseriforme (con forma de gorrión) de la familia Hirundinidae. Ésta ave puede llegar a medir hasta 19 cm de largo. Posee un pico corto y cónico, alas fuertes, puntiagudas y muy largas en proporción al cuerpo. Su cuerpo aerodinámico está adaptado para vuelos rápidos y de largo alcance. Sus alas estrechas y su cola ahorquillada le permiten maniobrar con facilidad: puede dar rápidos giros para perseguir a su presa (insectos al vuelo). El color es negro azulado brillante en la cabeza, el lomo, las alas y la cola; rojo herrumboso en la frente y el cuello; y blanco amarillento en el pecho y el vientre. Su nombre bien debería ser Supersonicus acrobaticus o uno equivalente que describa sus proezas volátiles. Su vuelo es rápido y confía tánto en su habilidad que puede vérsele volar a gran velocidad a muy baja altura por las calles y elevarse súbitamente ante la aparición de un automóvil u otro obstáculo súbito. En ocasiones puede escucharse el zumbido del viento al paso de éstas avecillas de propulsión a chorro cuando hacen giros espectaculares atrapando insectos .

La golondrina pasa una parte del año entre las frías regiones de Alaska y el norte de Canadá y las regiones templadas, como el centro de México, Europa Occidental, África del norte o Asia Oriental. En todo este amplio territorio del hemisferio norte efectúa la puesta y la cría. La hibernación la realiza fundamentalmente en el hemisferio sur, llegando desde Costa Rica o las Antillas hasta las regiones patagónicas de Tierra del Fuego e Islas Malvinas, o el Cabo de Buena Esperanza, en el sur de África, entre otras. Todo lo anterior habla de lo notable de sus larguísimos vuelos internacionales
Construye su nido con barro y hierba, por lo que en Tehuacán se le observa con la llegada de las lluvias. Puede vérsele aterrizar torpemente en los lodazales (sus patas son pequeñas y débiles no obstante sus notables adaptaciones al vuelo acrobático) para recoger bocanadas de barro. Al mezclarlo con saliva el barro es muy buen material de construcción, pues sus nidos resultan tan duraderos que suelen ser reutilizados año con año por la misma pareja de aves, lo cual también prueba su extraordinario sentido de orientación global. Suelen fijar su nido a vigas de madera y paredes de las viviendas, tolerando muy bien la presencia humana. 
Los huevos son de alrededor de 14,8 mm de largo y de cascarón un poco amarillento y con muchas pequeñas manchas parduscas o grisáceas, chispeadas irregularmente en toda la superficie.
La hembra permanece en el nido, en tanto que el macho sale en busca de alimento, yendo y viniendo incansablemente con alimento para su voraz e insaciable familia.

Fuente parcial: Wikipedia

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