sábado, 21 de mayo de 2011

EL ELEFANTE





Haré una excepción para hablar de éste animal que no forma parte de la fauna de Tehuacán mas que cuando nos visitan los circos.
Hay básicamente tres especies de elefantes: El elefante africano (Loxodonta africana) con su distintiva frente alisada, de la clase de los que salen en las películas de la selva; el elefante asiático(Elephas maximus) que se distingue por su frente abombada, de la clase de los que vienen en los circos y el elefante blanco, mole inútil de la clase de la Plaza Teohuacan, pero de éste último no nos ocuparemos en el presente estudio.
Los elefantes pertenecen al Orden Proboscidea (nariz larga). Antes se les clasificaba como Paquidermos (piel gruesa) pero ésta categoría taxonómica ha caído en desuso, pues muchos otros animales no relacionados también presentan pellejo grueso como rinocerontes y granaderos.

El elefante concluye exitosamente las más altas pretensiones de la madre naturaleza de crear una máquina de asalto con todos los implementos bélicos en su máxima expresión.
Para empezar fué diseñado como el animal terrestre más grande y pesado del planeta. Usualmente alcanza los 7.500 kg pero el récord es de 11,000.
Posee un par de enormes e imponentes dientes incisivos (mal llamados colmillos) de hasta 3 metros de longitud y 120 kg de peso cada uno. Sus orejas son al mismo tiempo enormes radiadores de calor para mantener fresca su sofisticada maquinaria biológica y auténticos radares de alta sensibilidad. Su piel es gruesísima y áspera; resiste con facilidad los ataques de sus enemigos naturales. Tiene un sofisticado sistema de comunicación a larga distancia que consiste en la emisión y detección de sonidos de muy baja frecuencia para con otros elefantes. Su memoria es legendaria; pueden volver a hallar un oasis enmedio del desierto con total precisión GPS. Su descomunal tamaño y presencia terrorífica es capaz de arrugar el furor del más pintado. Para complementar todo éste arsenal, posee rugido atronador, auténtico pulverizador de ánimos y elemento primordial en la guerra psicológica.

Todas éstas naturales dotes militares fueron muy bien conocidas y aprovechadas por los chinos, hindúes y persas, quienes formaron ejércitos reclutando elefantes, murallas impenetrables que les daban aplastante ventaja sobre el enemigo. Sin embargo todo el poderío éste auténtico tanque viviente se venía abajo con la sola presencia de un minúsculo e insignificante ratoncito en el campo de batalla, ante el cual el más fiero elefante de guerra se asustaba y emprendía despavorido la graciosa retirada aplastando a su paso aún a sus propias filas. 
Para resolver tal inconveniente, antes de cada batalla Ciro el Grande tomó la prudente medida de desplegar previamente un escuadrón de gatos por delante de sus elefantes con la misión específica de peinar la zona para librarlo de roedores quizás colocados ahí maliciosamente por el enemigo a modo de campo minado y así no acabar ridículamente con un ejército de feroces guerreros reducidos a mariquitas sin calzones.

Se dice que alcanzan los 90 años. Son animales que gustan de andar en manadas lidereadas por una hembra vieja y sabia que conducen a los demás por el camino de la providencia enmedio de su árido y salvaje hábitat.
Los machos adultos suelen ser solitarios. Son ocasionales y pícaros visitantes de las manadas repletas de hembras.
La codicia humana por el marfil de sus colmillos puso al elefante en peligro de extinción observándose sin embargo una notable recuperación de la población mundial de elefantes tras arduos trabajos de concientización medioambientalista y ejércitos al combate de cazadores furtivos y traficantes de marfil.

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